El logotipo o identificador de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) se constituye a partir de un concepto de comunicación abstracto, pudiendo en ocasiones, interferir en la percepción que sobre él, tienen nuestros públicos objetivos.
De ahí la importancia de ser consecuentes con nuestro quehacer y explicar a nuestros públicos la verdadera esencia de nuestro logotipo. Parte de un triángulo equilátero grande que representa los ingresos totales obtenidos por el Contribuyente, el cual es cortado y, como resultado, se obtiene el otro triángulo equilátero más pequeño que se convierte en la sigla A y, a su vez, simboliza lo que se tributó del triángulo mayor, o sea, la contribución de la ONAT como entidad encargada de recaudar los tributos. El hecho de que sea igualmente equilátero, simboliza la justicia, equidad y legalidad que deben caracterizar a la Administración Tributaria cubana.
El trapecio ubicado encima de la N, también resultante del corte del gran triángulo inicial, significa la parte de los ingresos con que se queda el contribuyente luego de tributar.
La utilización del triángulo y el empleo de los colores rojo y azul, elementos también presentes en la bandera nacional, sugiere que la ONAT es auténticamente cubana.