El enfrentamiento al delito, una prioridad estratégica de todos

Imprimir
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Valoración:
( 0 Rating )

 Control de los recursos

Durante el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su x Legislatura, cuando se informaron al pueblo las proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante el 2024, se ratificó que el enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales no es un problema solo del Ministerio del Interior, ni solo de la Policía. Este es un problema de todos, del Gobierno y los sistemas empresariales, porque muchos de los productos sustraídos proceden de una fábrica, de un almacén, de una empresa, y son los mismos que se le revenden después a la población por personas inescrupulosas.

Ante la dimensión de estos desafíos, corresponde consolidar los sistemas de trabajo de órganos estatales y del Gobierno para la prevención y enfrentamiento a las referidas manifestaciones nocivas. Se impone reforzar la cohesión y cooperación entre las autoridades gubernamentales y organizaciones políticas y de masas mediante acciones integrales a nivel comunitario; y contribuir a eliminar las causas y condiciones que propician la reproducción de las conductas antisociales e ilícitas.

Con independencia de la firme decisión de hacer cumplir la Ley, ya sea por la persuasión o, en última instancia, por la aplicación de las medidas coercitivas establecidas, es ineludible la participación consciente de todos en este combate. Así lo orientó el General de Ejército Raúl Castro Ruz durante su intervención en la Primera Sesión Ordinaria de la viii Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 7 de julio de 2013: «Es hora ya de que los colectivos obreros y campesinos, los estudiantes, jóvenes, maestros y profesores, nuestros intelectuales y artistas, periodistas, las entidades religiosas, las autoridades, los dirigentes y funcionarios a cada nivel, en resumen, todas las cubanas y cubanos dignos, que constituyen indudablemente la mayoría, hagan suyo el deber de cumplir y hacer cumplir lo que está establecido, tanto en las normas cívicas como en leyes, disposiciones y reglamentos».

La dirección de la Revolución ha reiterado el llamado a cerrar filas y a actuar con mano dura, con firmeza, sin paños tibios ni blandenguería, y con apego a la Ley, como se ha actuado siempre contra estas manifestaciones delictivas.

Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz nos alertó, desde el 6 de junio de 1971, en el acto por el x aniversario del Ministerio del Interior, que «la batalla contra las actividades antisociales y delictivas debe igualmente ser una batalla de todo el pueblo». Y seis años después, lo ratificaba ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, al expresar: Tenemos un enorme terreno: luchar sin tregua contra todo negligente, contra todo espíritu burocrático, contra toda indolencia, sin tregua, de la misma manera que luchamos y estamos luchando contra la delincuencia